Hospedaje con familia anfitriona voluntaria. El estudiante asiste a clases como estudiante regular en un colegio de la comunidad donde viva la familia anfitriona.
El mejor año de mi vida hasta ahora
Por Benjamín Vélez
Viví en Japón como estudiante de intercambio desde marzo de 2017 hasta febrero de 2018. Japón ha sido uno de los retos más difíciles y a la vez, una de las mejores experiencias de mi vida, pues al ser un país tan competitivo es muy exigente en todo sentido, en especial con los estudiantes de bachillerato. El pasar un año lejos de mi familia me hizo madurar drásticamente, encontrar nuevos gustos y ampliar mi visión del mundo, hasta volverme alguien cosmopolita.
El inicio
Luego de pasar tres días en Tokio en inicial taller de orientación de AFS, viaje hasta Obihiro (帯広市), en Hokkaido (北海道), una ciudad relativamente pequeña al compararla con Medellín (lugar de donde vengo), en uno de los lugares más apartados y rurales del Japón. Esto resultó un choque cultural grande para mi, porque no estaba acostumbrado a la vida rural y aún menos, a las temperaturas extremas del lugar en época de invierno (llegaban hasta -20 centígrados).
A pesar de lo difícil que fue al principio, me adapte muy fácil con mi familia anfitriona, quienes habían vivido en Venezuela por tres años y tenían un mínimo entendimiento de la sociedad latina (además hablaban un poco de español). Siempre le he dicho a todo aquel que me pregunta por mi experiencia que yo tuve la mejor familia de mi Comité Local AFS porque realmente desarrolle una conexión con ellos. Por su parte, el colegio fue de los momentos mas difíciles de todos, y me hizo entender porque mis padres me decían que los intercambios eran para los valientes y los aventureros.
Aunque al principio me fue muy bien, poco a poco empezaron a aparecer momentos y situaciones difíciles que me fueron bajando la autoestima y la confianza. Mi relación con mi colegio fue muy extraña hasta los últimos tres meses en los que la pude mejorar. Ellos tienden a ser penosos y menos amigables que los latinos, por lo que al principio me dio dificultad hacer amigos. Digo que era una relación rara, porque a pesar de que al aproximadamente 90% de mi colegio yo le agradaba o no me conocía, yo pensaba que todo el mundo me detestaba, pues yo no podía hablar de forma normal. Esto último creo que es lo más difícil para cualquier estudiante de intercambio. El hecho de ir a un país sin conocer el idioma, tiene muchas dificultades, pero si se logra llegar hasta el final, será un logro invaluable para toda la vida.
Cuando salí del aeropuerto de Medellín, era todavía un niño con mucho por conocer y sin más logros que un buen desempeño académico, pero a pesar de que hubo cosas que el Japón cambio de mi y no me gustaron, me dejo mas logros que perdidas. Pienso que lo mas importante de este año y que más me va a servir para mi vida profesional fue el hecho de viajar a Hiroshima, para volverme Embajador por la Paz, el hecho de haberme vuelto trilingüe con títulos de Japonés N4 y N3 y el hecho de ahora ser un AFSer. Salí siendo un niño y volví siendo un hombre. Palabras más, palabras menos, el mas difícil y el mejor año de mi vida hasta ahora.
AFS Japón: www.afs.or.jp
La familia
La familia japonesa se mantiene unida por un estricto sentido de la reputación, la obligación y la responsabilidad. Las acciones de una persona repercuten en su familia. Para los japoneses la familia es de gran importancia; forjan relaciones de dependencia en búsqueda de aprobación. El padre es la cabeza de la familia y la madre se ocupa de las labores domésticas. En la actualidad muchas mujeres trabajan fuera de casa y muchos adultos se quedan viviendo con sus padres por el alto costo de las viviendas.
La cultura
Japón, que significa ‘el origen del sol’, vio moldeada su cultura debido a las migraciones originarias del continente asiático y las islas del Pacífico, la fuerte influencia cultural proveniente de China, un largo período de aislamiento del resto del mundo y la influencia extranjera después de la II Guerra Mundial. Hoy, la cultura japonesa, imbuida en una revolución tecnológica, sigue valorando fuertemente los conceptos de Formalidad, Honor, Obligación y Deber.
La cocina
La cocina nipona es mucho más que el suchi, el tempura y el sukiyaki, platos que han permitido el conocimiento de esta gastronomía en el resto del mundo. La dieta japonesa consta principalmente de arroz, verduras, pescado, fruta y pequeñas porciones de carne. El té forma parte de casi todas las comidas, pero cada vez más se consumen lácteos.