Soy Benjamín Vélez viví en Japón como estudiante de intercambio #AFS desde marzo hasta febrero de 2018. Esta ciudad ha sido una de los desafíos más difíciles y una de las mejores experiencias en mi vida, pasar un año lejos de mi familia me hizo madurar y ampliar mi visión del mundo. Con esta experiencia entendí finalmente aquella expresión que decían mis padres: -¡Los viajes son para los valientes y aventureros!
Luego de pasar tres días en Tokio en la orientación de #AFS, viajé hasta Obihiro ( 帯 広 市 ), en Hokkaido ( 北海道 ), una ciudad pequeña comparada con Medellín (mi ciudad natal).
Al llegar tuve un gran choque cultural, dado que no estaba acostumbrado a la vida rural y menos a las temperaturas extremas del lugar, en la época de invierno llegaba hasta los -20C. Fue difícil el comienzo, sin embargo me adapté fácilmente a mi familia anfitriona, pues ellos habían vivido en Venezuela por tres años y tenían conocimiento de cómo funcionaba la sociedad latina, además hablaban un poco de español.
Cada vez que me preguntan acerca de mi experiencia con mi familia anfitriona, debo decir que tuve la fortuna de compartir en Japón con la mejor familia, establecimos un vínculo importante, hasta el punto en que decidieron ser familia permanente y no solo familia anfitriona.
En el ámbito académico, hasta los últimos tres meses mejoré mis relaciones en el colegio, los chicos japoneses tienden a ser introvertidos y menos amigables que los latinos, razón por la cual tuve dificultad para hacer amigos al principio, esta situación afectó mi autoestima y confianza, porque creía que a los chicos del colegio no les agradaba por ser extranjero.
El reto más grande al que me enfrenté fue a su idioma, considero que es el obstáculo más difícil para cualquier estudiante de Intercambio.
¡Ir a un país sin conocer el idioma es para valientes!
Cuando salí del aeropuerto de Medellín era todavía un niño con un buen desempeño académico, pero con mucho por conocer, Japón cambió mi vida, me dejó una gran experiencia con varios logros alcanzados.
Pienso que lo más importante y productivo de este año fue el hecho de viajar a Hiroshima, volverme embajador por la paz y convertirme en trilingüe, con títulos en japonés de N4 y N3.
Salí siendo un niño y regresé a Colombia siendo un hombre.
El más difícil y mejor año de mi vida hasta ahora.