Hola mi nombre es Carolina Antolinez, soy voluntaria de AFS desde el 2012, fui además participante durante 2012-2013 en Francia. AFS marco mi vida. Desde que regrese de mi inolvidable año de intercambio he cambiado, ahora veo el mundo de diferente manera, aceptó las diferencias y he aprendido sobre la diferencia y respeto por las demás culturas. Precisamente este es el objetivo de AFS como organización, crear ciudadanos globales que aporten y ayuden a la sociedad,  y mas hoy en donde se ve diariamente las consecuencias de la intolerancia e irrespeto a las culturas, religiones, creencias, géneros entre otras.

La aventura fue de 5 días, nos encontramos en Bogotá para salir juntos desde el aeropuerto, fuimos a Leticia, capital del Amazonas colombiano. Cuando llegamos subimos en lancha para dirigirnos a emigración Perú con el fin de sellar nuestros pasaportes para la entrada en dicho país, éramos en total 42 personas, solo 4 colombianos y el resto estudiantes de intercambio.

Fue muy divertido e irónico encontrarme entre tantos países y ser la única nacional en el grupo cuando hablábamos. Siempre había un idioma diferente en cada grupo o mesa, en uno podías encontrar italiano, en otro alemán, inglés, danés, checo, belga, tailandes y en uno muy pequeño español.

Durante los días que estuvimos allí, fuimos a visitar varias especias en la jungla amazónica, estuvimos en una fundación la cual se encarga de proteger a ciertas especies y animales que son incautadas del tráfico ilegal, allí habían muchos primates, que son sacados de su habitad natural para comercializarlos hacia otro países, esto causa un desequilibrio en el ecosistema y el riesgo de extinguir algunas especies.

La misión de esta fundación es la reincorporación de estos animales a su habitad natural y protegerlos de los cazadores, lo curioso de este lugar es que fue creado por una estadounidense llamada Sara hace más de 20 años, los pobladores del resguardo indígena son voluntarios en la fundación y buscan la ayuda de más personas para ofrecerles a estos animalitos otra oportunidad.

Después estuvimos en medio del amazonas en una playa, estas playas se crean por el descenso del cauce del rio, allí pudimos observar la puesta de sol y los chicos aprovecharon para relajarse y dejar su huella.

Cuando todos los italianos se reúnen es la locura, parecen un grupo de latinos todos unidos y sonrientes fueron muy divertidos durante todo el viaje. Dicen que el lodo es bueno para la piel, pues bien Italia nos demostró que incluso en medio del amazonas es un buen lugar para ir a un spa natural.

También tuvimos un pequeño partido con los niños de la comunidad indígena que visitamos, primero jugaron  los chicos y el resultado fue 4-0 perdiendo AFS. Después jugaron las chicas, tuvimos la esperanza de ganar pero quedamos 3-0, según nos dijo el guía hace más de 3 años que AFS no gana ningún partido. Lo importante fue que al final todos nos divertimos con los niños y les dimos un pequeño detalle a todos.

Estuvimos en la reserva Marasha de Peru. Hicimos canotaje en el lago, lo cual fue muy agradable, ¡todos los chicos se divirtieron mucho!

Hicimos una caminata por la selva donde los guías nos encomendaron la tarea de volver solos y sin ayuda a la reserva. Por la noche fuimos a cazar un caimán por el lago, estos fueron los resultados de la expedición, field casi se comió un caimán.

El último día la pasamos en Brasil Tabatinga, ciudad frontera con Leticia en Colombia. Fuimos a la casa del chocolate donde encontramos numerosos regalos y dulces para llevar.

Para terminar este hermoso y exótico viaje, fuimos al trapecio amazónico donde se pueden ver la tres fronteras del amazonas. Realmente este viaje fue algo maravilloso para todos, vimos cosas que solo se encuentran en ese lugar apartado del mundo y que necesita de nuestra ayuda para protegerlo y asegurar que se preserven todas sus riquezas naturales.

Gracias AFS por darme esta oportunidad de viajar a este paraíso natural que se encuentra en mi país, fue una de las mejores experiencias que he tenido. ¡Gracias nuevamente a todos!