Polonia

Los polacos suelen ser personas amables y activas, a las que les gusta mantenerse ocupadas con actividades extraescolares, viajes y reuniones familiares. Es probable que la familia esté muy unida y que los abuelos vivan en casa. En la cultura polaca, los padres suelen dar a sus hijos bastante independencia y responsabilidad. Hay familias polacas de todas las formas y tamaños, algunas llevan una vida muy tranquila, otras están muy ocupadas y su hogar es ruidoso. Algunas hacen frecuentes viajes o salidas, mientras que otras pasan la mayor parte del tiempo en casa. Ambos padres pueden trabajar fuera de casa o solo uno. Las familias también proceden de diversos entornos socioeconómicos. Las familias suelen reunirse los domingos para comer con los familiares directos y los allegados. La sociedad polaca es joven y bien educada, con un fuerte sentido de la iniciativa y la creatividad.

Los jóvenes polacos suelen tener una vida social muy activa, y pasan tiempo al aire libre montando en bicicleta, haciendo senderismo, piragüismo y kayak en los numerosos y hermosos ríos de Polonia. En verano, muchos salen a buscar setas. El tiempo libre puede dedicarse a relajarse con un juego de cartas como el bridge. Es habitual que los adolescentes salgan durante el fin de semana, vayan al cine o a casa de un amigo.

La lengua oficial de Polonia, el polaco, pertenece a la rama eslava occidental de las lenguas eslavas. Tiene varios dialectos que corresponden a las antiguas divisiones tribales y también se ha visto influido por el contacto con lenguas extranjeras.

La comida polaca es abundante, e incluye pierogi, una especie de bola de masa rellena, estofado con hongos y salchichas, carne, col y papas. Se sirve pan en casi todas las comidas, y la gente suele comprar pan fresco a diario en las panaderías locales. Los habitantes de las zonas rurales suelen cultivar sus propias verduras frescas. La cocina polaca también es conocida por sus deliciosos pasteles. Toruń, por ejemplo, es la cuna del pan de jengibre y Varsovia es famosa por sus rosquillas rellenas de mermelada de rosa mosqueta.

Otros platos populares polacos son el Rosół, que es una sopa de pollo con fideos que suele tomarse los domingos, el Barszcz, una sopa clara de remolacha cuyos ingredientes son ajo, cebolla, zanahoria y apio, y el Bigos, estofado de col con carne y salchichas. En Polonia, el desayuno, la comida y la cena son las comidas principales y las familias suelen intentar comerlas juntas, dependiendo de sus horarios. Una comida adicional que a los polacos les gusta tomar se llama “drugie śniadanie” (segundo desayuno). La familia y la comida son importantes en la cultura polaca, razón por la cual comer juntos los domingos sigue siendo una tradición.