Artículo original en inglés por Verónica Conti
En 1999, Nathalie y Luc decidieron emprender un viaje que cambiaría sus vidas para siempre. Se convirtieron en una Familia Global de AFS para un joven AFSer húngaro durante un año a través de AFS Canadá. Esta experiencia les abrió los ojos a la belleza y riqueza de su propia cultura a través de los ojos de un joven extranjero. Nathalie y Luc aprendieron la felicidad de compartir y redescubrir la cultura, lo que los enamoró de AFS.
Nathalie
Nathalie y Luc dieron la bienvenida a otros estudiantes de diferentes países como Japón, Austria, Finlandia, Alemania, Suiza, España, Brasil y Tailandia a través de AFS y otras organizaciones. Su familia se convirtió en un crisol de culturas, donde cada estudiante era único y la diversidad era un regalo. Nathalie y Luc creen que la inclusión es uno de sus verdaderos valores y recibieron a todos los estudiantes con los brazos abiertos.
Nathalie y Luc tienen tres hijos propios, pero también adoptaron a una niña con síndrome de alcoholismo fetal (SAF) y la recibieron en su familia. A pesar de los desafíos que conlleva criar a un niño con SAF, Nathalie y Luc nunca dejaron de ser anfitriones de AFS. Creían que hospedar con AFS reflejaba sus valores y prioridades familiares.
La experiencia de Nathalie y Luc al convertirse en una Familia Global de AFS es un testimonio de su compromiso de promover la paz y el entendimiento entre diferentes culturas. Su experiencia no solo ha enriquecido sus vidas, sino también las vidas de los estudiantes que han acogido y las familias con las que han trabajado. Son una verdadera inspiración para aquellos que quieren marcar la diferencia en el mundo, un estudiante, una familia y una cultura a la vez.
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